Inversión y poder local para desafiar el cambio climático

viernes, febrero 5, 2021

Por Sunil Acharya – Alianza para la Resiliencia Ante Inundaciones de Zúrich

Columna publicada originalmente en la página de la Fundación Thomson Reuters

Para que las comunidades que intentan adaptarse a los impactos de un planeta cada vez más caliente tengan éxito, necesitan mayor inversión y poder de decisión local – Sunil Acharya es asesor en clima y resiliencia en Nepal de Practical Action, miembro de Zurich Flood Resilience Alliance.

Con las actividades económicas detenidas u obstaculizadas por la pandemia y con la drástica disminución de los viajes aéreos, se podría pensar que se reduciría el calentamiento global. Y sería un error.

En diciembre, un informe poco difundido advirtió que, así se cumplieran los compromisos climáticos existentes, estamos camino a un aumento de 3 °C en la temperatura. Una noticia devastadora para los esfuerzos planteados por el Acuerdo de París, que buscan frenar el calentamiento global a 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales.

Esto tendría un impacto catastrófico en las personas más vulnerables del mundo, provocando un incremento en la frecuencia de peligros naturales potencialmente devastadores como las inundaciones y las sequías. Hay lugar para la esperanza, pero no podemos quedarnos en buenas intenciones sobre la acción climática.

Necesitamos actuar ya.

2021 será un año potente para ello, que culminará con la COP26 en Glasgow, uno de los eventos sobre el clima más importantes. Las actividades comenzaron en los Países Bajos con la Cumbre de Adaptación al Clima. Si bien esta cumbre no obtuvo gran atención por parte de los medios de comunicación, no es menos vital que la COP.

Sabemos que contribuir a que las personas se adapten al cambio climático es esencial para salvaguardar los medios de vida, la educación, la prosperidad futura, y para hacer frente a la creciente desigualdad, especialmente en aquellos países con Estados débiles, considerados más vulnerables al cambio climático.

Ahora más que nunca, es fundamental comprender los peligros relacionados con el clima que estas comunidades en la primera línea de la crisis enfrentan, para así ayudarlas a superarlos.

Como reveló un reciente informe de Practical Action, estas comunidades no logran crear resiliencia al cambio climático debido a la inadecuada financiación y autoridad para la toma de decisiones a nivel local. Al fin y al cabo, entre los donantes de las capitales europeas y una comunidad en la costa de Bangladesh, esta última tiene una mayor capacidad para plantear de forma más adecuada a su contexto las acciones en la mitigación de las inundaciones para proteger sus escuelas y hogares.

Además de no contar con suficiente financiación, el dinero que se dedica al cambio climático no está llegando a las comunidades que más lo necesitan. Un estudio del Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo (IIED por su sigla en inglés) descubrió que menos del 10% de los fondos comprometidos por las entidades financiadoras internacionales para ayudar a los países en desarrollo a tomar medidas contra el cambio climático se dirigen al ámbito local.

Otro informe del Instituto de Desarrollo de Ultramar (Overseas Development Institute – ODI) reveló que, entre 1991 y 2010, casi el 87% del gasto en ayuda relacionada con las catástrofes se destinó a la respuesta de emergencia, la reconstrucción y la rehabilitación. Solo el 13% se destinó a a reducir y gestionar los riesgos antes de que se convirtieran en catástrofes.

La falta de financiación para la adaptación al clima y la reducción del riesgo de catástrofes a nivel local supone un gran obstáculo para que las comunidades y las autoridades locales aprovechen sus propios conocimientos para aumentar la resiliencia de las personas más vulnerables. 

Por otra parte, resulta mortificante que un informe de la semana pasada de ONU Medio Ambiente concluyera que los gobiernos no están haciendo suficiente para ayudar a la gente a adaptarse al caos climático. Esto contradice las estimaciones que muestran que cada dólar invertido en la reducción del riesgo de inundaciones evita, en promedio, cinco dólares en pérdidas futuras. ¿Cómo podemos solucionar esto?

Dado que los impactos devastadores del cambio climático se sienten de forma más inmediata y severa a nivel local, la Alianza para la Resiliencia ante Inundaciones de Zúrich se ha centrado, desde 2013, en la creación de resiliencia climática a nivel comunitario en países como Perú, México y Nepal.

No es ningún secreto que las comunidades locales suelen ser las primeras en responder a los peligros y son las más indicadas para entender, preparar y responder a la crisis climática. Son conscientes de sus propias vulnerabilidades y saben cómo construir resiliencia significativa a nivel local que sea calce con sus necesidades. 

En repetidas ocasiones, Practical Action y otras organizaciones asociadas a la Alianza han demostrado que con la inversión adecuada, el conocimiento institucional y la comprensión de las comunidades más amenazadas, una adaptación al cambio climático exitosa es posible utilizando a escala los ejemplos aquí expuestos.

Sin embargo, debido a la lamentable falta de financiación local para aumentar la resiliencia al cambio climático, las y los profesionales de la ayuda humanitaria y las y los responsables políticos a nivel local  —alcaldes y los ministerios competentes— ven limitados sus esfuerzos para aumentar la resiliencia o ampliar las actividades con éxito.

Esto debe cambiar.

Las entidades financiadoras, bilaterales, multilaterales y gobiernos nacionales, deben replantearse la financiación de la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres para dar prioridad al fortalecimiento de las instituciones locales, desde el gobierno local hasta las organizaciones de la sociedad civil. 

Los compromisos de financiación deben ser a largo plazo y flexibles para que las comunidades puedan ayudar a la gente a adaptarse y hacer frente al cambio climático, en función de las necesidades específicas de las personas más vulnerables. Si hacemos esto y continuamos ampliando nuestras metas, la humanidad podrá protegerse en el futuro contra lo peor del calentamiento global provocado por el ser humano, que en mayor o menor medida, que ya lo estamos empezando a ver.

Cuando ya sabemos lo que funciona, no actuar para proteger a las comunidades vulnerables al clima es inaceptable, y no nos ayudará en nuestra carrera hacia la resiliencia climática.

Ahora es el momento de que la humanidad se enfrente al cambio climático, nuestra mayor amenaza. Para ello, necesitamos que los gobiernos del norte global den un paso adelante y se comprometan a cerrar la brecha financiera para que podamos adaptarnos a una escala sin precedentes.

Traducción por Silvia Gonzáles – Practical Action

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